Partiendo de las actuales corrientes historiográficas que, interesadas en las dinámicas sociales, económicas, políticas y culturales, huyen de interpretaciones monolíticas y respuestas únicas sobre el pasado, pretendemos con esta investigación acercarnos a la minoría judeoconversa malacitana del siglo XVII. Dos razones básicas justifican la elección de este marco espacio-temporal: de un lado, la importancia que, desde tiempos remotos, desempeñaron en Málaga los pobladores israelitas (primero como declarados judíos y luego, a partir de 1492, bajo la categoría de cristianos nuevos), debido a las condiciones geo-económicas de la ciudad (floreciente tradición mercantil, facilidades de fuga que proporcionaba la costa ante las persecuciones inquisitoriales); de otro, y en lo tocante a la delimitación cronológica, el seiscientos supuso una fase de recrudecimiento del problema judeoconverso, esto es, del intenso conflicto ocurrido durante la Edad Moderna en relación con el tratamiento discriminatorio que se dispensó a dicho colectivo, así como con las dificultades que encontraron sus miembros a la hora de incardinarse en la sociedad cristianovieja hegemónica. En el siglo XVII el problema fue vivido en la urbe malagueña con particular vehemencia, y más todavía entre las décadas de los sesenta y ochenta de la centuria, cuando fueron conducidos a las cárceles inquisitoriales, bajo la acusación de judaizantes, un elevadísimo número de vecinos, algunos de ellos con cierto renombre en la esfera local, lo cual vino a acentuar la sensación global de angustia y desasosiego.
Tras realizar, en la primera parte del trabajo, un breve repaso a la situación de judíos y convertidos en la ciudad de Málaga hasta el siglo XVI, a fin de ofrecer unos precedentes, nos centramos, ya en la segunda parte, en las peculiaridades del fenómeno a lo largo del XVII. Fue esta centuria, según anticipábamos más arriba, una etapa de resurgimiento de las hostilidades entre cristianos viejos y judeoconversos, en buena parte debido a la afluencia masiva a tierras malagueñas, como a muchas otras de Castilla, de "cristãos novos" portugueses. El diligente y fructífero desenvolvimiento de estos hombres en la sociedad que los recibió, unido a su habitual y clandestino apego a la religión mosaica pese a que eran oficialmente cristianos, gestaron una atmósfera de malestar y desconfianza hacia ellos, que no tardaría en desencadenar profusas redadas por parte del Santo Oficio. Nuestro propósito en los dos capítulos que integran esta segunda parte del trabajo no es otro que el de trasladar al lector el ambiente que entonces se respiraba en la urbe y dejar de manifiesto cómo la herejía, sobre todo la herejía criptojudaica, representaba una amenaza de primer orden, que no daba tregua y que, en momentos de dificultad, podía emplearse como arma arrojadiza para ciertos fines. En lo concerniente a las fuentes de información empleadas, nuestra investigación se apoya en el manejo combinado de documentación inquisitorial, especialmente correspondencia cruzada entre el Consejo inquisitorial de Madrid y los inquisidores granadinos a cuyo distrito pertenecía Málaga, y extrainquisitorial, mayormente protocolos notariales, a lo que hay que sumar la consulta de obras sobre la materia, tanto clásicas como actuales, que incluimos en un repertorio bibliográfico final.