Idea Vilariño llevó un diario íntimo que la acompañó toda la vida. Este Diario de juventud fue escrito entre sus dieciséis y sus veinticinco años y presenta a una figura muy distinta de la que alimentó su leyenda. Esa Idea antes de Idea. Antes de su relación con Juan Carlos Onetti y de la publicación de sus Nocturnos, sus Poemas de amor, su Pobre mundo, anterior a la «generación del 45» y la intelectual comprometida. En su lugar, revela a la joven que hizo posibles todos esos destinos. En su propia voz recupera sus años de infancia, sus lecturas, el candor de los primeros amores, su iniciación intelectual y el encuentro con su sensualidad. Son años también de pérdidas, la muerte temprana de su madre y su padre, las mortificaciones de su enfermedad, las dificultades económicas. Descubre una experiencia compleja en la amistad y en el amor y muestra la tristeza y la soledad como elección de vida. «Nunca me negué a la vida, ni a la inteligencia, ni a las cosas pequeñas escribe en las últimas páginas el mundo me pareció maravilloso, la vida incomprensible, la idea de la muerte me obsedió, la enfermedad me hizo