El tema que trata este libro no es sencillo: ¿la diferencia entre los cuerpos supone una diferencia de derechos? Mujeres y hombres. Niñas y niños. La diferencia física es muy visible ¿pero supone necesariamente una diferencia en las conductas y en la capacidad de hacer cosas? ¿Es la causa de aptitudes particulares? ¿Justifica la dominación de un sexo sobre otro? Esta diferencia física ¿debe implicar una diferencia en los derechos de cada uno en el ámbito privado de la familia, en la educación, en la profesión, en el trabajo y el salario, en el ámbito político?
Françoise Héritier somete sus reflexiones a la verificación de niños y adultos mediante un particular ejercicio de emancipación intelectual colectiva.