¿Y si resulta que es el altruismo y no la competitividad feroz el impulso natural del ser humano? Una revolucionaria lectura de la historia de la humanidad. El ser humano es egoísta, insolidario y se mueve solo por su propio interés: lo han sostenido pensadores como Maquiavelo, filósofos como Hobbes, psicoanalistas como Freud, científicos como Dawkins y multitud de historiadores y escritores. Pero ¿realmente es así? Este libro propone repensar la historia a partir de la evidencia de que el ser humano tiende más a cooperar que a competir, a confiar que a desconfiar.El autor estudia doscientos mil años de historia y nos descubre que el altruismo y no la competitividad ha sido el motor evolutivo de la humanidad. Para ello aborda ejemplos como la diferencia entre lo que se cuenta en la novela El Señor de las Moscas y lo que sucedió en los años setenta del siglo pasado cuando un grupo de niños australianos naufragaron y pasaron varios meses solos; o el comportamiento solidario y resiliente de los ciudadanos durante el Blitz en el Londres de la Segunda Guerra Mundial; o la realidad tras ciertos experimentos psicol