Para comprender la obra de Eugenio Trías hay que acudir, por supuesto, a sus libros. Pero las entrevistas son una excelente introducción y, con frecuencia, un resumen claro. En realidad, una entrevista no deja de ser una especie de diálogo, género que él apreciaba. De ahí el interés específico de este libro. En las entrevistas, se toma la libertad de aventurarse en su propia obra, y se concede con frecuencia ir más allá de lo que se permitía en sus textos escritos, donde daba preeminencia al rigor. Pero a Eugenio Trías no le hacían falta los entrevistadores. Buena parte de su esquema narrativo-filosófico es una hilación en la que primero formula preguntas para luego dar él mismo las respuestas. Y eso, desde el principio. En La filosofía y su sombra hay centenares de interrogantes que dan pie a la exposición posterior. Como explican varios de los autores de estas entrevistas -periodistas, pero también otros filósofos, músicos, críticos de cine y hasta psicoanalistas-, se sentía cómodo hablando. Mucho más que cuando daba clases o impartía conferencias. Como si le molestara la distancia que marcaba la tarima pr