La Península Ibérica es uno de los territorios más polifacéticos y fascinantes del mundo. Ubicada entre Europa y África y volcada tanto al Atlántico como al Mediterráneo, ha sido poblada desde la antigüedad por gentes de la más abigarrada procedencia geográfica y étnica. Un territorio donde, por su naturaleza extremadamente accidentada, ha sido muy complicada, casi hasta hoy, la conexión entre sus distintas regiones. Y muy difícil conseguir la unidad política.
Siguiendo la huella de iberistas como el portugués Fernando Pessoa o los catalanes Ignasi Ribera i Rovira y Joan Maragall, Ian Gibson aboga en este libro por la epifanía de una floreciente República Federal Ibérica, cuya misión sea superar las tentaciones independentistas, potenciar todas las lenguas, culturas e idiosincrasias peninsulares, y forjar una relación cada vez más intensa y fructífera con Iberoamérica y Europa. «No creo que sea un sueño irrealizable».