Cuando Raymond Chandler falleció en 1959 había dejado escritos los primeros capítulos de la que iba a ser la última historia de Philip Marlowe. Treinta años más tarde, el libro se publicó terminado gracias al trabajo de quien es considerado su mejor heredero: Robert B. Parker. Marlowe ha caído en una de las más extrañas situaciones de su vida, el matrimonio. El solitario detective se ha casado con una rica heredera y vive en la elegante Poodle Springs. Pero el lujo no consigue hacer mella en el cinismo de Marlowe ni en su vocación problemática. Pronto descubre el lado oscuro de Poodle Springs, donde la codicia, la lujuria y la desesperación llevan a hombres y mujeres a vivir vidas secretas, e incluso, al asesinato. Robert B. Parker dijo...
«Chandler parece haber creado un héroe americano definitivo: espabilado, esperanzado, atento, aventurero, sentimental, cínico y rebelde.»