¿Por qué la impostura se ha convertido en un valor de mercado? Un lúcido análisis del baile de máscaras al que estamos asistiendo como sociedad. La impostura moral define nuestra época. No pasa un segundo sin que veamos en nuestras pantallas a alguien (un político, un periodista, un influencer, un ser anónimo) exhibiendo sus cualidades personales o criticando las de otros. Y para ello vale cualquier artimaña: su propio cuerpo, su alimentación, sus causas benéficas, sus mascotas, sus hijos o sus mayores. La máscara moral. Por qué la impostura se ha convertido en un valor de mercado trata de explicar cómo el neoliberalismo y la masificación de las nuevas tecnologías han redefinido nuestra forma de relacionarnos basándose en el control moral del otro, han esterilizado nuestra cultura y han trastocado la función evolutiva de la moral: desde la cohesión grupal hasta la actual exhibición individualista e hipócrita en un teatro con miles de máscaras donde todos los personajes quieren ser el protagonista. La crítica ha dicho: «Nos propone un ensayo serio y sociológico sobre el uso de la palabra "moral" y la prostitución de su actual empleo mercantil. Podría decirse que es éste un manual de auto ayuda para distinguir y protegerse de los ataques morales, ya que son insidiosos, traidores e hipócritas». Félix de Azúa, The Objective Sobre El síndrome Woody Allen se dijo:
«Un libro de extraordinaria profundidad, inteligencia y valentía.»
Arturo Pérez-Reverte «Un ensayo demoledor que tumba en el diván a una cultura desquiciada de sentimentalismo y victimismo.»
Sergio del Molino «Una historia impresionante y un ensayo completísimo e incómodo que se lee sin respiro. Crónica y reflexión. De todos los Edu Galán que conozco, este es el mejor.»
Manuel Jabois «Agudo y provocador. De cómo, queriendo ser buenas personas, nos hemos convertido en cazadores de brujas en Twitter.»
Santiago Roncagliolo «Lucidísimo análisis del momento que nos ha tocado vivir. Imprescindible, no importa si te interesa el caso o no. Encima es divertido y absorbente. La única pega que le puedo encontrar es que el autor sea Edu Galán, pero es por buscarle un ángulo malo.»
Berto Romero «Un ensayo demoledor.»
Raúl del Pozo, El Mundo