Primer libro de la trilogía Las Antiguas que continúa con Lobas de Tesalia (2015) y El amante germano (2018), en la que la autora nos ofrece una visión inquietante de la Grecia y Roma milenarias La auténtica protagonista de esta novela es la ciudad de Alejandría, la más inquieta y cosmopolita del orbe mediterráneo a comienzos de la era cristiana. En ella escenifica Pilar Pedraza magistralmente un tiempo convulso, inicio de la decadencia de la gran metrópoli y testigo mudo del brutal sacrificio público de Hypatia, filósofa, astróloga y matemática griega. Este lamentable suceso marcó una suerte de rubicón en el auge del cristianismo que habría de acabar con siglos de tolerancia y eclecticismo cultural pagano. En La perra de Alejandría, esta crisis de civilización se encarna en personajes como el cínico Elpidio, líder local de la secta del Perro, que vive en la calle, siguiendo el ejemplo del gran Diógenes; Críspulo, el ambicioso y despiadado obispo cristiano de Alejandría, dispuesto a todo para arrinconar las creencias paganas e imponer la «fe única»; Melanta, hija del astrónomo Filoteo, profesora