La vida del Buscón es una obra singular, que replica y se inspira en las narraciones picarescas de gran éxito a principios del siglo xvii, principalmente el Lazarillo de Tormes y el Guzmán de Alfarache, pero que acoge igualmente la huella de otras muchas formas y textos literarios previos y contemporáneos.
El Buscón ha sido siempre admirado y repudiado ambas cosas por su estilo agudo, por su humor negro, por la agresividad de su ingenio y por la imagen grotesca que traslada, mediante una inigualada intensidad lingüística, de la sociedad española inmediatamente posterior a los dos grandes Austrias.