Villamarea de la Sal ha olvidado la leyenda sobre la criatura anclada a las salinas. No la recuerda cuando Domingo Lluvia, el afamado pintor local, muere en extrañas circunstancias. Ni tampoco cuando su hija Brenda, también artista, se va apagando poco a poco con el paso de los meses por temor a terminar igual que él.
Una gota de color atravesará las nubes de la vida de Brenda con la aparición de Enora, que la hará enfrentarse a sus demonios. A todos. Hasta descubrir que la maldición del pueblo en el que vive es demasiado real
Y que ella es su próximo objetivo.