El 27 de mayo de 1937, un grupo formado por 456 niños y niñas embarcaron en el trasatlántico "Mexique", que zarpó desde Burdeos rumbo a México. Estaba previsto que permanecieran allí durante tres o cuatro meses, pero no contaban con la derrota republicana ni con el inicio de la Segunda Guerra Mundial, dos episodios que transformaron su exilio en definitivo.