Estas memorias son el registro del devenir intelectual y personal de Roger Bartra, un atisbo a la conciencia que anima su vida y pensamiento. En esta autobiografía Roger Bartra examina un nudo formado por tres hilos que se extienden a lo largo de su vida intelectual; tres flujos que se mezclan en el pozo profundo de su conciencia. El primero es una obsesión por la verdad que domina su trabajo, a veces de manera estimulante y en ocasiones de forma esclavizadora. El segundo es la permanente sensación de ser extranjero, de ser un extraño enclavado en una sociedad que lo considera ajeno a ella. En tercer lugar, una inclinación por la rebeldía que ha tenido que controlar y domesticar para poder convivir con sus semejantes. Estos flujos, confiesa, le han provocado una permanente sensación de encierro, de estar presa de verdades dogmáticas, de estar en la cárcel de una identidad anómala y de estar poseído por una furia que es necesario mantener atrapada. Pero cuando el nudo se desata, Bartra se siente liberado e impulsado a una búsqueda de verdades frescas y renovadoras, alentado por una rebeldía creativa y estimulante sin estar atado a identidades fijas. Mutaciones es un claro resultado de ese impulso, que en esta ocasión se vuelva sobre sí mismo para dejarnos ver, por primera vez, el mecanismo interior de una de las mentes más auténticas del panorama intelectual mexicano.Críticas:
«Sus Mutaciones son, o sospecho que solo han podido ser producto no de una, sino de muchísimas lecciones de humildad, el tipo de trabajo que ya no está en boga (si es que alguna vez lo estuvo), la clase de quehacer y responsabilidad intelectuales que ahora mismo, espero no sea el caso, están mutando hacia la extinción». Bruno H. Piché, Frontera Digital «Tiene muchos motivos para festejar en grande una vida plena en aventuras intelectuales y libros magníficos. [...] Bartra habla claro sobre una especie todavía numerosa cuya extinción no parece próxima: la del intelectual de izquierda». Christopher Domínguez, Letras Libres «Un testimonio en el que se observa con claridad un problema que las izquierdas mexicanas no han resuelto, al menos, desde la segunda mitad del siglo XX: la conciliación entre el individuo y el colectivo. [
] Bartra narra con un malestar chocante la incomodidad que le generaban las ataduras intelectuales de una izquierda todavía atravesada por el dogmatismo del marxismo-leninismo que estudió y repitió por un buen tiempo, y el malestar emocional de sentir que no pertenecía a ningún lugar». Hugo Garciamarín, Radio Fórmula México «Se dice lúcido, atlético y listo para lo que venga».Héctor González, Aristegui Noticias «Bartra, hijo de refugiados españoles, ha sido un intelectual incómodo para el poder político. [...] Para Bartra la aventura significa lanzarse a espacios nuevos no explorados con la imaginación abierta para descubrir nuevas cosas, pero también implican peligro, incluso desde el punto de vista intelectual porque puedes caer en trampas».Alida Piñón, El Heraldo de México