Sobre el trasfondo frívolo del Madrid moderno, dibujado con trazos ágiles y no precisamente compasivos, en esta novela se relata el paso de la adolescencia a la madurez de un joven que ha crecido en dos ambientes familiares opuestos. Enfrentado al vértigo de variadas experiencias, sin conseguir encontrar su lugar, el narrador acabará aprendiendo que tal vez lo cuerdo, lo conveniente, la única forma de vivir, sea, a fin de cuentas, engañarse a uno mismo, mentir. Quien vive miente, aunque, de uno u otro modo, todos viven, todos sucumben, todos mienten.