Genio solitario y visionario, Chomei vivió durante una época de declive, caos y violencia que muchos asociaban con el final de los tiempos, y en cierto modo así fue: la refinada cultura cortesana sucumbió ante el feroz poder militar de los samuráis.Chomei se propuso salvar a la poesía del desastre que se avecinaba y concibió este Tratado sin nombre para preservar el arte poético tradicional adaptándolo a los nuevos tiempos y dotándolo de la libertad necesaria para perdurar eternamente.Comentarios sobre composición, las principales escuelas poéticas, los retos a los se enfrenta un poeta, el sutil equilibrio entre forma y fondoà observaciones y consejos que hacen de Tratado sin nombre un grimorio para poetas de todo tiempo y lugar y un disfrute para el lector contemporáneo gracias a la aguda mirada de su autor, su sentido de la ironía, su capacidad para retratar tipos humanos y su talento para captar la grandeza o la mezquindad de sus coetáneos. Traducción, prólogo y apéndices de Jesús Carlos -lvarez Crespo.