Este libro se origina a partir de la voluntad de ampliar los debates en torno a la poesía performativa desde sus orígenes y sus intersecciones con la música. La particular atención dedicada a las producciones poéticas chilenas se debe a que Chile se considera un contexto periférico por antonomasia por ser un país que geográficamente se encuentra en una posición alejada del «centro». En este sentido, es un objeto de análisis ideal dentro del debate sobre la necesidad de poner la atención acerca de un tipo de arte híbrido en que la poesía esté al alcance de todos y responda a la búsqueda de un lenguaje, tanto de exploración como identitario, acorde a la fluidez de la sociedad contemporánea. Tratándose de un asunto de difícil definición, debido a sus intersecciones con otros medios, la autora propone una orientación interdisciplinaria que permita analizar el diálogo que se establece entre poesía, música y voz, que, en la literatura ultracontemporánea, desemboca en la poesía experimental y en el concepto de «poesía en expansión». Enfocar el estudio sobre América Latina, examinando la poesía contemporánea, perfor