Corre la década de 1930 en la pequeña aldea de Tartaria donde viven Zuleijá, su rústico marido, treinta años mayor, y su anciana suegra. Con una prosa tan vivaz como versátil y la inmensa perspicacia psicológica de la gran tradición novelística rusa, Guzel Yájina recrea distintas voces y relata el espléndido despertar de una mujer cuya epopeya ha emocionado a miles de lectores en todo el mundo.