Cediendo a un deseo antiguo, el de vivir en el campo, y gracias a una finca abandonada en Toscana, Pia Pera logra dejar atrás las inquietudes de la metrópolis y comenzar a trabajar la tierra. La adaptación no es fácil: a su llegada, se descubre «sumamente analfabeta», pero su humildad le permite aprender, entender que esa tierra que se presenta ante ella es una gran incógnita que debe observar y respetar como a un maestro. De ese ejercicio nació «El huerto de una holgazana», un libro mágico, revelador, pues su pluma supo desvelar su diálogo íntimo con el jardín, transformar el vergel en un lugar de felicidad extática, de sorpresas epifánicas, de descubrimientos literarios y filosóficos, y en un camino de libertad luminosa. Su escritura sabia, sensual y evocadora, que logra alternar armoniosamente ligereza y profundidad, conquistó de inmediato a los lectores. A raíz de aquel éxito, invitaron a Pia Pera a escribir una columna en cada número de "Gardenia", la revista italiana más importante sobre jardines. Y así lo hizo: de 2006 a 2016, publicada en la última página, llevaba el título de «Aprendiz de felicidad»