Se denominaba Caja de Reparaciones al conjunto de bienes requisados a los golpistas con el objetivo de poder afrontar con ellos los quebrantos que la guerra había provocado al país. La mayoría eran de carácter económico, pero la cuestión es si también podían encontrarse piezas de valor patrimonial, como ha podido comprobarse. De hecho, habían sido entregadas en 1938 a la Junta del Tesoro Artístico, encargada de la labor de salvamento patrimonial-artístico. Las más importantes serán evacuadas al final de la guerra a Ginebra, a la sede de la Sociedad de Naciones. Llegados a principios de 1939 Juan Negrín, previendo lo peor, había dado orden de comenzar a embalar y enviar los bienes procedentes de la Caja de Reparaciones con destino a México para sufragar los gastos del exilio. Esta es la primera parte de este libro. La segunda está centrada en el viaje del yate "Vita" a México con bienes fundamentalmente de la Caja de Reparaciones. Sobre este yate se ha escrito mucho, pero son también numerosas las incógnitas, especialmente en lo concerniente a su carga y si en la misma había bienes de carácter patrimonial. El