Este diario imaginario escrito por una mujer, Hippolyte, mezcla recuerdos de infancia, de amores, de viajes (notas muy personales y suntuosas sobre la India, Alemania, París, Venecia, Madrid). Autorretrato de una individualidad excepcional cuya existencia se extiende desde el nacimiento hasta la muerte, esos dos límites que, paradójicamente, abren el espacio infinito de una vida efímera.