Pete Fromm vive desde hace años cómodamente instalado con su familia en la tranquila ciudad de Great Falls, en Montana. Al principio le costó cambiar su uniforme de guardabosques con el que había vivido tantas aventuras en la «Gran Naturaleza Americana» por el de hombre de familia, pero el amor inagotable que siente por sus dos hijos y las nuevas experiencias que comparte a diario con esos pequeños salvajes terminaron por inclinar la balanza. Asumió que sus días huyendo de osos grizzlies y sus noches al raso pelándose de f río y extasiado bajo las estrellas eran cosa del pasado. Y estaba bien que fuera así, al fin y al cabo, todos debemos madurar y dejar de lado ciertas cosas... Sin embargo, el reencuentro con un viejo amigo le ofrece la inesperada oportunidad de pasar un mes en un paraje remoto de las montañas del oeste de Montana. Y como el azar no deja casi nada al azar, su misión allí sería controlar el crecimiento de unos huevos de tímalo, es decir, prácticamente el mismo encargo que recibió veinticinco años atrás y que le abrió por primera vez las puertas de lo salvaje, proporcionándole además el mater