Ya tenemos República. ¿Sabrán los hombres defenderla?
Ayer, después de echada mi carta anterior, me dijeron que en telégrafos ondeaba ya la bandera republicana, que a las tres de la tarde había tomado posesión el gobierno provisional. Llegué al teatro y me dijeron que a las cinco se proclamaría la República desde el balcón del Ministerio de la Gobernación. Dejé el auto y a pie me fui a dar vueltas por la Puerta del Sol. No quise perderme el espectáculo. La plaza estaba llena, las bocacalles que afluyen a la Puerta del Sol, atestadas de gente. El momento fue de una emoción intensísima. Desde las cinco hasta las seis y media que salió el Gobierno al balcón con la bandera republicana, el oleaje iba en aumento. Muchas personas, muchos curas, no se veía maldad en nadie, ni rencor; solo una gran alegría y en muchos ojos lágrimas. Yo me pregunto: ¿toda esta gente era republicana? Hoy han declarado fiesta nacional. Las muchachas llevan lazos rojos. Carruajes llenos de banderas rojas y republicanas, canciones y coplas, griterío ensordecedor. A mí la cabeza ya no me resiste más. Hoy me parece una carnavalada. ¡Quiera Dios que mañana vuelva toda esa gente a trabajar! Hasta ahora no hay más que alegría, pero, si se torciera, el gesto de esa gente daría miedo. En palacio, desde antes de salir el rey, está la bandera republicana. El gentío por plazas y calles es enorme. Los monumentos todos están con banderas republicanas. Isabel la Católica, en la cruz, lleva también la bandera. Pobre señora, ¡¿quién se lo iba a decir?! En mí la curiosidad puede más que el miedo y quiero verlo todo.
(Margarita Xirgu, Carta a su hermano Miguel, fechada en Madrid el 15 de abril de 1931)
Margarita Xirgu Subirà (Molins de Rei, 1888-Montevideo, 1969) fue una de las actrices catalanas de mayor proyección internacional. Su dilatada trayectoria artística en la escena española y latinoamericana la ha convertido en un mito. Actriz, empresaria, directora de escena y pedagoga, vivió entregada por completo al teatro y asumió riesgos estéticos e ideológicos con un repertorio de gran calidad que incluyó los grandes nombres de la escena española y universal.
Manuel Aznar Soler (Valencia, 1951), catedrático de literatura española contemporánea de la Universitat Autònoma de Barcelona, es director desde enero de 1993 del Grupo de Estudios del Exilio Literario (GEXEL). Actualmente, además de co-director de la revista Sansueña, es director literario de la Biblioteca del Exilio y de las revistas Laberintos y El Correo de Euclides. Investigador principal de un proyecto titulado La historia de la literatura española y el exilio republicano de 1939: final [FFI2017-84768], entre sus últimos libros mencionemos El teatro de Jorge Semprún (2015) y El Segundo Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura (Valencia-Madrid-Barcelona-París, 1937) (2018).
Francesc Foguet i Boreu (Linyola, 1971) es profesor de literatura catalana de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universitat Autònoma de Barcelona. Autor de Margarida Xirgu. Una vocació indomable (2002) y Margarida Xirgu, cartografia dun mite (2010), entre sus últimas publicaciones destacan El teatro catalán en el exilio republicano de 1939 (2016), Maria Aurèlia Capmany, escriptora compromesa (1963-1977) (2018), y, junto a Sharon G. Feldman, Els límits del silenci. La censura del teatre català durant el franquisme (2016).