En mayo de 1949 Sicilia acoge la salida y las primeras dos etapas de la más
prestigiosa competición del ciclismo nacional, el Giro de Italia. La trigésimo
segunda edición fue memorable, entre otras cosas, porque tuvo a un cronista de
excepción: Dino Buzzati.
La competición se desarrolla en un contexto histórico único: el progresivo
acercamiento del Giro al sur de Italia, en la tierra del bandido Giuliano, para
subrayar la renovada unidad nacional teniendo como telón de fondo la
reconstrucción posbélica de una Italia empobrecida y destrozada por la guerra.
Dos semanas después de la tragedia del Gran Torino, desaparecido para siempre
entre las nieblas de Superga, el 18 de mayo desembarcan en Palermo 102 ciclistas,
y entre ellos, Dino Buzzati, corresponsal del Corriere della Sera.
El escritor y periodista no se limita a la crónica deportiva, sino que construye un
memorable retrato de aquella Italia eufórica e inquieta y de aquellos atletas que
devolvieron algo de felicidad a un país que necesitaba olvidar.
En la crónica de Buzzati no podían faltar Fausto Coppi y Gino Bartali, los
gigantes del ciclismo italiano, cuya rivalidad adquiere tintes de alegoría bélica
ofreciendo un ejemplo impecable de periodismo literario.
Los veinticinco artículos pueden y deben leerse como un largo relato, donde el
narrador acaba eclipsando al periodista, la percepción se entrelaza con la
imaginación y la descripción se transforma en una misteriosa y encantadora
metáfora de la existencia.
EL AUTOR
Dino Buzzati (Belluno, 1906-Milano, 1972), uno de los más originales autores
italianos del siglo XX, empezó a trabajar para el Corriere della Sera, donde fue
cronista, redactor y corresponsal. Su carrera de escritor se inicia con la
publicación en 1933 de Bàrnabo de las montañas, al que siguieron numerosos
relatos y novelas: El secreto del bosque viejo, El desierto de los tártaros, La
famosa invasión de Sicilia por los osos, El Colombre y Miedo en La Scala.