La fuente y la muerte es una confesión poética de casi medio siglo, la segunda mitad del XX. Y es también la historia de un pueblo bajoandaluz, con sus dramas y sus alegrías. Pero sobre todo es un homenaje a unos seres que, sobreponiéndose a sus miedos, supieron llenar todo aquel tiempo de amor y autenticidad.
«[...] A veces, veía pasar algún entierro, con su exacto ceremonial callejero. Siempre era en octubre, porque en mi infancia todo el mundo se moría en octubre aunque entonces yo no sabía que existía octubre, ni que existía mi infancia. Uno sólo es cuando no tiene conciencia de ser, cuando simplemente vive, cuando no se escudriña ni se enjuicia ni se escribe. Es paradójico: quien cuenta su infancia como hago yo ahora, quien se autobiografía, no es más que un cadáver vivo que se explica, que explica cuando fue eterno. El escritor no es. Crea desde el no ser, desde el otro lado del tiempo. Siempre era en octubre, y el ataúd bajaba por el empedrado de mi calle [...].»
Pedro Sevilla nació en Arcos de la Frontera (Cádiz) en 1959. En 1989 la colección de cuadernos «La Poesía más joven», dirigida por el poeta Francisco Bejarano, publicó sus primeros poemas. Al poco tiempo salió publicado Y era la lluvia, amor (Barro, 1990), así como un estudio-antología de la obra del poeta arcense Julio Mariscal Montes titulado Diez de Julio (Ayuntamiento de Arcos de la Frontera, 1990). Desde entonces han ido apareciendo otros poemarios como Septiembre negro (Renacimiento, 1992) y Sendero Luminoso («Cuadernos de la Moderna», 1994), este último dentro de la colección dirigida por el poeta José Mateos. En 1995 obtiene un accésit del Premio Internacional de Poesía Rafael Alberti con el libro La luz con el tiempo dentro, que viene publicado en el siguiente año bajo este mismo sello editorial.
Pedro Sevilla además ha colaborado en numerosas revistas literarias y ha sido columnista de prensa. También ha publicado las novelas Extensión 114 y 1977, aparecidas en Quorum Libros Editores en 2000 y 2002 respectivamente. Sus últimos libros de poesía hasta la fecha son Tierra leve (Renacimiento, 2002) y la antología Todo es para siempre (Renacimiento, 2009), que incluye sus últimos poemas inéditos.