Este libro habla de infancia, experimentos zoológicos, musicales y cinematográficos, zambullidas, invenciones lingüísticas y otros gestos de resistencia; los astros y la lluvia, la enfermedad y la salud, los incendios que aniquilan todo y la salvación; casas fantasma, bigotes lunares, plantas con rueditas, carteristas de circo y otros prestidigitadores; y lo hace desarrollando la forma de la redacción escolar en algunas de sus variantes más comunes, del cuentito autobiográfico a la “reseña”, del comentario de un texto de autor o de una noticia de actualidad a la composición filosófica. Los lectores encontrarán aquí algunas muestras de la redacción escolar entendida como género literario: un Giacomo Leopardi principiante, Francis Ponge, Antoine Doinel (de Truffaut), Andreas Sam (de Danilo Kiš), Ana Frank y, al fondo, la sombra de Fritz Kocher, el muchachito a quien en 1904 Robert Walser atribuyó las prosas de su primer libro, y con ellas la observación: “Escribir es algo que tiene que ver con la silenciosa pasión contenida”. Matteo Terzaghi nacido en el Cantón del Tesin