Existen dos grupos de escritores -señala Sergi Doria al comienzo de su prólogo-: los que leemos -solo leemos- y los que, además de leerlos, nos acompañan. En este segundo tipo se enmarcaría Josep Pla, el mayor prosista de la lengua catalana y uno de los grandes de la literatura española del siglo XX, tanto en sus artículos como en los textos nacidos al calor del ocio. Porque en todos ellos se siente la inteligencia de esa mirada que se detiene en el detalle, atrapa con precisión el correr del tiempo y dibuja con sinceridad irónica los tipos y paisajes de la geografía ampurdanesa.
En mayo de 1942 Pla publica Viaje en autobús en el sello Áncora y Delfín, de ediciones Destino, considerado por muchos como uno de los mejores libros en castellano de la posguerra. El narrador reivindica el viaje como fin en sí mismo en un trayecto moroso que, lejos del exotismo, pretende la desnudez estilística y surge de la observación en silencio desde la ventana de un autobús. El escritor solitario fuma y medita entre viajantes de comercio, recorre paisajes de la Costa Brava y hace de la lentitud ocasión para evocar otros tiempos. Pla lee el periódico, sufre el frío, el hambre
y concluye: Las ilusiones hay que reservarlas para aliñar las pasiones del amor y humanizar la ironía. Toda una filosofía de vida.
A lo largo de 1943 el escritor publicará, en el semanario Destino, una serie de artículos en torno a un calendario sin fechas por encargo de Ignacio Agustí, amigo y director del semanario. En estas páginas transita por las cosechas, la pesca, la meteorología, las leyendas o las festividades. Todo un recorrido que no escapa a su visión escéptica en la que trata de enlazar la dura realidad que le tocó vivir con esos momentos atemporales que constituyen La huida del tiempo.
La calle Estrecha verá la luz a comienzos de 1951 y fue premiada en su versión original catalana con el Joanot Martorell. Nos encontramos ante una de las novelas más reconocidas del autor, donde se reúnen las observaciones de un joven veterinario en su relación con los vecinos de Torrelles (topónimo literario de Palafrugell, la villa natal de Pla). Momentos de la vida anodina de provincias sin aparente hilo argumental, de sus gentes con sus pasiones y sus rarezas
que nos vienen a revelar el interés literario de Josep Pla por sacar a la luz esa grandeza que se esconde en las cosas pequeñas.
Josep Pla (Palafrugell, 1897 Llufríu, 1981) es sin duda el mejor escritor contemporáneo en lengua catalana (aún hoy, a 37 años de su muerte, es el más leído) y uno de los grandes narradores en castellano, autor de una obra inmensa, publicada en 38 tomos (más de 30.000 páginas). Murió mayor y trabajó hasta el final, preparando y corrigiendo sus Obras Completas. Así quiso titularlas.