¿Cómo imaginamos una casa ¿Por dónde se empieza ¿Existe una estancia más importante que las demás Quien no haya hecho jamás este ejercicio no sabe cuántas preguntas de ésas ejemplos de trivialidad aparecen en el fondo de la conciencia zarandeando nuestras costumbres y, de repente, cuestionando su validez. Tras cruzar la zona sur de Francia descartando los centros turísticos, las costas ventosas, los climas áridos y los picos helados, en plena campiña de la región de Creuse, Gilles Clément encuentra el enclave en el que construir ese habitáculo ideal. No queda lejos de la casa familiar, en la que desde hace tiempo tiene prohibida la entrada. Allí, en el valle de las Mariposas, dio sus primeros pasos como entomólogo, allí conoce a todas las familias y todos los perros por su nombre. Los recuerdos de infancia y juventud emergen con una viveza inesperada. La casa será por fin una cabaña de piedra, no hace falta más. Clément se da cuenta de que lo que busca en realidad es un jardín: un jardín en movimiento, un observatorio de especies, un laboratorio de la naturaleza en el que ya están presentes las inquietudes m