Discurso del jardinero y paisajista Gilles Clément ante el Collège de France.
En casi todas las civilizaciones, el jardín, al igual que el paraíso, siempre ha sido un espacio cerrado, una fábrica de paisaje destinada a proyectar y encarnar ideales de vida. Sin embargo, en el siglo XX, el jardín sobrepasó el recinto y dio paso a la ecología y, con ella, a una forma diferente de límite. El jardín cambió de escala y pasó a ser planetario.Para preservar este jardín y emanciparlo de las leyes del mercado y del modelo de desarrollo infinito, incompatibles con la vida, el jardinero que propone Gilles Clément debe escuchar el ?genio natural?, intentando entender antes de actuar, y hacer todo lo posible con la naturaleza, en lugar de contra ella.